2012 | NotasPoeticas

hacia donde vaya llevaré tu mirada


Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tu serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.

...Desde tu corazón me dicen  adiós dos niños.
Y yo les digo adiós.

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Sólo quiero cinco cosas


Sólo quiero cinco cosas

Yo voy a cerrar los ojos
Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raices preferidas.
Una es el amor sin fin.
Lo segundo es ver el otoño. 

No puedo ser sin que las hojas 
vuelen y vuelvan a la tierra.
Lo tercero es el grave invierno, 

la lluvia que amé, la caricia 
del fuego en el frío silvestre.
En cuarto lugar el verano 

redondo como una sandía.
La quinta cosa son tus ojos, 

amada mía,no quiero dormir sin tus ojos, 
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera 
por que tú me sigas mirando....



Neruda

lunes, 27 de agosto de 2012

Leugim Figueroa


Leugim Figueroa

lunes, 20 de agosto de 2012

MUJER, NADA ME HAS DADO


MUJER, NADA ME HAS DADO



Nada me has dado y para ti mi vida 
deshoja su rosal de desconsuelo,
porque ves estas cosas que yo miro, 
las mismas tierras y los mismos cielos,

porque la red de nervios y de venas
que sostiene tu ser y tu belleza
se debe estremecer al beso puro
del sol, del misino sol que a mí me besa.

Mujer, nada me has dado y sin embargo 
a través de tu ser siento las cosas:
estoy alegre de mirar la tierra 
en que tu corazón tiembla y reposa.

Me limitan en vano mis sentidos 
-dulces flores que se abren en el viento-
porque adivino el pájaro que pasa 
y que mojó de azul tu sentimiento.

Y sin embargo no me has dado nada,
no se florecen para mí tus años, 
la cascada de cobre de tu risa 
no apagará la sed de mis rebaños.

Hostia que no probò tu boca fina, 
amador del amado que te llame, 
saldré al camino con mi amor al brazo 
como un vaso de miel para el que ames.

Ya ves, noche estrellada, canto y copa 
en que bebes el agua que yo bebo, 
vivo en tu vida, vives en mi vida, 
nada me has dado y todo te lo debo.

Los versos más tristes


Los versos más tristes

El viento de la noche gira en el cielo y canta. 

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 

Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. 

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

miércoles, 11 de julio de 2012

Si me olvidas


Si me olvidas


QUIERO que sepas

una cosa.
Tú sabes cómo es esto:

si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

viernes, 22 de junio de 2012

Así llegaste al mundo.


Así llegaste al mundo.

Ay hijo, sabes, sabes de dónde vienes?

De un lago con gaviotas blancas y hambrientas.

Junto al agua de invierno ella y yo levantamos
una fogata roja gastándonos los labios
de besarnos el alma, echando al fuego todo,
quemándonos la vida.

Así llegaste al mundo.

Pero ella para verme y para verte un día
atravesó los mares y yo para abrazar
su pequeña cintura toda la tierra anduve,
con guerras y montañas, con arenas y espinas.

Así llegaste al mundo.

De tantos sitios vienes, del agua y de la tierra,
del fuego y de la nieve, de tan lejos caminas
hacia nosotros dos, desde el amor terrible
que nos ha encadenado, que queremos saber
cómo eres, qué nos dices, porque tú sabes más
del mundo que te dimos.

Como una gran tormenta sacudimos nosotros
el árbol de la vida hasta las más ocultas
fibras de las raíces y apareces ahora
cantando en el follaje, en la más alta rama
que contigo alcanzamos.

Yo te he nombrado reina


Yo te he nombrado reina

Yo te he nombrado reina. 
Hay más altas que tú, más altas. 
Hay más puras que tú, más puras. 
Hay más bellas que tú, hay más bellas. 
Pero tú eres la reina. 
Cuando vas por las calles 
nadie te reconoce. 
Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira 
La alfombra de oro rojo 
que pisas donde pasas, 
la alfombra que no existe. 
Y cuando asomas 
suenan todos los ríos 
de mi cuerpo, sacuden 
el cielo las campanas, 
y un himno llena el mundo. 
Sólo tu y yo, 
sólo tu y yo, amor mío, 
lo escuchamos. 


Niña morena y ágil


Niña morena y ágil

Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas, 
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas, 
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos 
y tu boca que tiene la sonrisa del agua. 
Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras 
de la negra melena, cuando estiras los brazos. 
Tú juegas con el sol como con un estero 
y él te deja en los ojos dos oscuros remansos. 
Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca. 
Todo de ti me aleja, como del mediodía. 
Eres la delirante juventud de la abeja, 
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga. 
Mi corazón sombrío te busca, sin embargo, 
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada. 
Mariposa morena, dulce y definitiva 
como el trigal y el sol, la amapola y el agua.

sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros..


sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros..



Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra
este corazón que bate su parche, sol y tinieblas.
para continuar caminando al sol por estos desiertos,
para recalcar que estoy vivo en medio de tantos muertos.
para decidir si continuar, sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros...
fogata de amor y guía, razón de vivir mi vida.

Para aligerar este duro peso de nuestros días,
esta soledad que llevamos todos de islas perdidas.
para descartar esta sensación de perderlo todo,
para analizar por donde seguir y elegir el modo 
sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros...

Para combinar lo bello de la luz sin perder distancia. 
para estar con tigo sin perder el ángel de la nostalgia.
para combinar, para descubrir y considerar
sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros...
fogata de amor y guía, razón de vivir mi vida.